Cuando se habla de mundos literarios, hablamos
De esos pequeños universos estructurados, múltiples y diversos de ideas, conceptos y representaciones de lo literario.
Entonces, según el tipo de realidad que representan estos elementos podemos encontrar los siguientes mundos literarios:
El mundo cotidiano: Se da en aquellos relatos que se apegan a la realidad representada (presente o pasada); es decir,
la representación normal de cualquier persona en un tiempo y lugar determinados. Se hace una descripción objetiva y detallada de los objetos, paisajes, personajes, acontecimientos y acciones en donde se desenvuelven los personajes.
Un aspecto importante es que toda obra narrativa de mundo cotidiano se adapta a la cotidianeidad de la época en que se desarrolla. Veamos un ejemplo:
“Agazapado tras el frondoso follaje, el aborigen miraba con asombro aquel objeto que flotaba sobre el mar y que a cada instante se hacía más y más grande. A bordo de la nao, en tanto, el Almirante rebozaba de gozo y de admiración al ver la belleza del paisaje que se abría y ampliaba ante sus ojos.”
El mundo fantástico (onírico): En este tipo de relatos se muestra el interior del hombre, sus problemas existenciales,
La soledad, la angustia, la incomunicación con el fin de entender mejor la verdad de su existencia, la realidad y la irrealidad.
Este mundo está asociado al mundo del sueño, donde se presenta un quiebre con lo que conocemos como realidad
Y causa sorpresa al lector, ya que se hace referencia a situaciones impensadas.
Por lo general, se crea un mundo confuso, que genera una sensación de extrañeza
En el lector ya que hay una ruptura de la lógica, del tiempo y del espacio y aunque requiere de lo real para manifestarse, siempre es solo fantasía. Veamos un ejemplo:
“Alcanzó a cerrar otra vez los párpados, aunque ahora sabía que no iba a despertarse, que estaba despierto,
Que el sueño maravilloso había sido el otro, absurdo como todos los sueños; un sueño en el que había andado
Por extrañas avenidas de una ciudad asombrosa, con luces verdes y rojas que ardían sin llama ni humo, con un enorme
Insecto de metal que zumbaba bajo sus piernas. En la mentira infinita de ese sueño también lo habían alzado del suelo, también alguien
Se le había acercado con un cuchillo en la mano, a él tendido boca arriba, a él boca arriba con los ojos cerrados entre las hogueras.”
Párrafo final de “La noche boca arriba”, de Julio Cortázar.
El mundo mítico: Los mitos son relatos anónimos que nos remiten a un pasado remoto o al origen del mundo; se caracterizan por la presencia de dioses, semidioses, héroes, acontecimientos y personajes sobrenaturales. Surgieron como respuesta del ser humano para poder explicar hechos y fenómenos que en aquel entonces no tenían una explicación objetiva.
No es un quiebre de la realidad, sino que es un mundo diferente, aislado, que posee leyes propias, válidas y específicas sólo para este tipo.
En este mundo no hay sorpresa, ya que se asume como “normal” que los personajes vuelen, hagan conjuros, se transformen en otros seres o se haga un paralelo entre la vida y la muerte. Veamos un ejemplo:
“Ya en aquel tiempo los que habían podido escapar de una muerte horrorosa estaban en sus hogares, salvos de los peligros de la guerra y del mar; y
Solamente Odisea, que tan gran necesidad sentía de restituirse a su patria y ver a su consorte, hallabas detenido en hueca gruta por Calipso, la ninfa veneranda,
La divina entre las deidades, que anhelaba tomarlo por esposo.
Con el transcurso de los años llegó por fin la época en que los dioses habían decretado que volviese a su patria, a Ítaca, aunque no por eso debía poner fin
A sus trabajos, ni siquiera después de juntarse con los suyos. Y todos los dioses le compadecían, a excepción de Poseidón, que permaneció constantemente irritado contra el divinal Odisea hasta que el héroe no arribó a su tierra”.
Párrafo de La Odisea.
El mundo real o realista: Es el mundo tal cual como es, como lo vivimos diariamente, con todas sus leyes y manifestaciones.
Su finalidad es reflejar objetivamente los rasgos característicos de su época, los lugares, los tipos humanos, las causas y los efectos de un determinado hecho.
Este mundo representado debe corresponder fidedignamente al mundo que conocemos como “real”.
Algunas características son: narrador omnisciente, lenguaje adecuado a cada personaje, uso frecuente de diálogos, objetividad y uso de descripciones. Veamos un ejemplo:
“Pocos días después, en el Armería, al ir pasando el río, nos volvimos a encontrar con Petronilo Flores. Dimos marcha atrás,
Pero ya era tarde. Fue como si nos fusilaran. Pedro Zamora pasó por delante haciendo galopar aquel macho barcino y chaparrito que era el mejor
Animal que yo había conocido. Y detrás de él, nosotros, en manada, agachados sobre el pescuezo de los caballos. De todos modos la matazón fue grande.
No me di cuenta de pronto porque me hundí en el río debajo de mi caballo muerto, y la corriente nos arrastró a los dos, lejos, hasta un remanso bajito de agua y
Lleno de arena. Aquél fue el último agarre que tuvimos con las fuerzas de Petronilo Flores. Después ya no peleamos. Para decir mejor las cosas, ya teníamos algún
Y acabamos por ser unos grupitos tan ralos que ya nadie nos tenía miedo. Ya nadie corría gritando: "¡Allí vienen los de Zamora!" Había vuelto la paz al Llano Grande.”
De “El llano en llamas”, de Juan Rulfo.
El mundo fantástico: Se caracteriza por comenzar en un mundo realista-cotidiano, el cual se rompe debido a una fuerza sobrenatural inexplicable, en principio, por la lógica de nuestro mundo.
Dicho acontecimiento sobrenatural se puede explicar en el transcurso del relato a través de dos formas: natural y sobrenatural. Veamos un ejemplo:
“Hasta la caída de la tarde no se despertó Gregorio de su profundo sueño, similar a una pérdida de conocimiento. Seguramente no se hubiese
Despertado mucho más tarde, aun sin ser molestado, porque se sentía suficientemente repuesto y descansado; sin embargo, le parecía como si le hubiesen
Despertado unos pasos fugaces y el ruido de la puerta que daba al vestíbulo al ser cerrada con cuidado. El resplandor de las farolas eléctricas de la calle se reflejaba
Pálidamente aquí y allí en el techo de la habitación y en las partes altas de los muebles, pero abajo, donde se encontraba Gregorio, estaba oscuro. Tanteando todavía
A torpemente con sus antenas, que ahora aprendía a valorar, se deslizó lentamente hacia la puerta para ver lo que había ocurrido allí. Su costado izquierdo parecía una
Única y larga cicatriz que le daba desagradables tirones y le obligaba realmente a cojear con sus dos filas de patas. Por cierto, una de las patitas había resultado gravemente
Herida durante los incidentes de la mañana –casi parecía un milagro que sólo una hubiese resultado herida, y se arrastraba sin vida.”
Este mundo aspira a ser tomado como verosímil y abarca a lo científico, ya que es un augurio o un anticipo a lo que la sociedad podría llegar a
ser más adelante: un mundo avanzado en tecnología o en vías de destrucción.
Temas propios de esta literatura son los descubrimientos y usos de objetos de última generación, viajes fuera del planeta, extraterrestres; historias
de robots o personas con microchips en sus cuerpos, entre otros.
El mundo maravilloso: Corresponde a un mundo ficticio en el cual todos los hechos están fuera de las leyes lógicas de nuestra realidad. Se caracteriza por la presencia de seres mágicos (hadas, duendes, brujas, ogros, dragones…), hechos ilógicos que son naturales o normales sólo dentro de ese mundo. Nada de lo que allí sucede se pretende explicar; se asume que es cierto.
Este mundo aparece en los cuentos folclóricos y tradicionales.
Como ejemplos, tenemos La Cenicienta, Blancanieves, Hansel y Gretel, “El señor de los anillos” de Tolkien, entre otros.
Veamos un ejemplo:
“Los Nazgül retornaron, y como ya el Señor Oscuro empezaba a medrar y a desplegar fuerza, las voces de los siervos, que sólo expresaban la voluntad y la malicia del amo tenebroso, se cargaron de maldad y de horror. Giraban sin cesar sobre la ciudad, como buitres que esperan su ración de carne de hombres condenados. Volaban fuera del alcance de la vista y de las armas, pero siempre estaban presentes, y sus voces siniestras desgarraban el aire. Y cada nuevo grito era más intolerable para los hombres. Hasta los más intrépidos terminaban arrojándose al suelo cuando la amenaza oculta volaba sobre ellos, o si permanecían de pie, las armas se les caían de las manos temblorosas, y la mente invadida por las tinieblas ya no pensaba en la guerra, sino tan sólo en esconderse, en arrastrarse, y morir.”
Párrafo de “El regreso del Rey”, de Tolkien
El mundo de lo real maravilloso: Es aquel en el que se presenta una realidad objetiva detallada minuciosamente; un submundo del mundo maravilloso, es expresión de la realidad americana.
Se caracteriza porque el ser humano y su entorno están inmersos en un mundo en el cual se mezclan y entrelazan la fantasía, el misterio, la cotidianeidad, lo mítico en una realidad única; además no existe el sentimiento de la extrañeza. Todo lo narrado es posible, aun cuando las leyes lógicas son transgredidas. Esta visón de mundo incluye el inconsciente, el sueño y la alucinación, configurados como espacios originales.